Dios nos ha dejado la promesa de que Él cuidará siempre de nosotros. Él nos ha dado la plena confianza para que depositemos nuestras cargas en Él y Él nos sustentará. Debemos tener Fe es su promesa. Como cristianos muchas veces conocemos esta promesa, pero esperamos hasta el momento cuando ya no soportamos más la carga para entregársela a Jehová. En vez de encomendarnos a nuestro Dios desde el primer instante, para que de esa forma podamos trabajar a su lado, siguiendo la guía de nuestro Padre Celestial. Cuando entregamos nuestras angustias a nuestro Dios, Él nos cuida y nos da la fuerza para atravesar cualquier dificultad que se nos presente. Encomendémonos todos los días a nuestro Señor, para que bendiga nuestro día e ilumine el camino que debemos seguir. Confiemos en Él, para que nos guíe en todo momento por muy pequeña que parezca nuestra necesidad y pensemos que podemos solos, pues no es así, siempre necesitamos de la guía y compañía de nuestro Padre.
0 Comentarios