Imposición de manos: explicación bíblica del Antiguo y Nuevo Testamento
Antiguo Testamento
En el Antiguo Testamento, la imposición de manos se utilizaba para diversos propósitos. Uno de ellos era la transmisión de bendiciones o autoridad de una persona a otra. Por ejemplo, en Génesis 48:14, Jacob bendijo a los hijos de José mediante la imposición de manos. La imposición de manos también se realizaba en el contexto de los sacrificios y las ofrendas, como un acto simbólico de transferencia de pecados o culpas hacia el animal, representando así la expiación.
Nuevo Testamento
En el Nuevo Testamento, la imposición de manos adquiere un significado especial en relación con la sanidad y la impartición del Espíritu Santo. Jesús utilizó la imposición de manos para sanar a los enfermos, como se describe en Marcos 6:5 y Lucas 4:40. También vemos que los apóstoles practicaban la imposición de manos para impartir el Espíritu Santo a los creyentes, como se menciona en Hechos 8:17 y Hechos 19:6.
Importancia y significado
La imposición de manos en la Biblia simboliza la transferencia de autoridad, bendiciones, sanidad y el recibimiento del Espíritu Santo. Es un acto de conexión y transmisión de poder espiritual. A través de la imposición de manos, se establece una comunión entre la persona que impone las manos y la persona que las recibe, permitiendo así una manifestación del poder divino.
Conclusión
En resumen, la imposición de manos es una práctica significativa en la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Su uso varía en diferentes contextos, desde la transmisión de bendiciones y autoridad hasta la sanidad y la impartición del Espíritu Santo. La imposición de manos representa una conexión espiritual y una manifestación del poder divino en la vida de las personas.
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